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viernes, 4 de mayo de 2012

La fatalidad




En esta ocasión recogeré una de las mejores obras del gran escritor Rubén Darío el poema  “Lo fatal”, autor que se ha destacado por ser  uno de los impulsores del modernismo crítico, movimiento que reaccionó contra lo que se ha venido haciendo por años, no reprocha derechamente el romanticismo pero sí la falta de imaginación, la  frase hecha, el cliché de la forma y de idea. De ahí la explicación del porque elementos del romanticismo, y de otros movimientos literarios anteriores encontraron eco en el modernismo.
Darío nos presenta en su obra el dolor ante la vida y la muerte,  dejando entrever su  conciencia trágica ante el inevitable paso del tiempo y la fatalidad de la muerte; siendo consciente de su incapacidad para detener el curso de la vida y llegar al final trágico, mostrándose frágil frente al destino que, a pesar de haber sido feliz, no puede evitar el dolor y el sufrimiento ante la muerte.
Lo fatal sobresale del resto de  sus obras porque a través de ella  se expresa el pesimismo, la desolación y la duda de Darío, expresando en cada verso una profunda tristeza e incertidumbre de  su ser, cuestionando  el sentido metafísico del mundo y encerrando al artista que sólo contemplaba la belleza eterna de la naturaleza. De este modo, se aprecia en el poema el fuerte influjo de Schopenhauer en Darío, filósofo alemán que se opone a la vida trágica, la que considera un malestar incesante. El sufrimiento, para él, es adyacente a la vida bajo la forma de un deseo de felicidad siempre insatisfecho, que termina por hacer caer al hombre al abismo del aburrimiento y el pesimismo.
A medida que el conocimiento es más claro y el hombre es más consciente, el dolor se hace más evidente; por eso resulta interesante como Darío usa el lenguaje y la métrica en esta obra, aplicando el lema de una de sus grandes influencias, Paul Verlaine: " La música antes que nada". Tanto para él como para todos los modernistas la poesía era, ante todo, música. De ahí el énfasis al ritmo lento y repetitivo que le da al poema, como el uso de la  métrica que aplica para enriquecer aún más su obra. No cabe duda que es un gran exponente de la literatura latinoamericana rompiendo bruscamente la métrica tradicional.
Además, tiene la facilidad para exteriorizar su angustia existencial que lo aflige, lanzando un grito afligido ante el misterio y la angustia existencial: ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos…! Busca una respuesta, aparentemente, pero está solo con sus dudas sobre la vida,  la ubicación del hombre en el universo, cuestionando de donde  somos, adonde vamos, de dónde venimos. Sorprende  la forma exagerada en que expresa la angustia de estar vivo quejándose de su estado consciente: “pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo ni mayor pesadumbre que la vida consciente”.
 El uso de las retóricas, contraponiendo la afirmación y la negación, son algunas que se presentan a lo largo del poema: ser y no saber; ser sin rumbo; lo que conocemos, y no saber a dónde vamos, ni de dónde venimos. También la contraposición entre la vida y la muerte: y la carne que tienta con sus frescos racimos; y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos.
Darío con el afán constante  de criticar a la literatura romántica busca la forma para que el clímax de la obra esté reflejado en los últimos dos versos: ¡Y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!...logrando un  final en suspensión. Con innovación y constancia consigue darle vida al modernismo, volviéndole la espalda a los viejos cánones y a la simpleza de la expresión; caminando incesantemente en búsqueda de algo nuevo; será una expresión más sencilla, un estilo más libre e independiente, no lo sé. Lo que sí sé es que con esta obra el Modernismo logra  su madurez completa. Por eso no hay misterio en la vigencia de estos versos, y la explicación es simple: se trata de la pregunta que tantas personas nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas, y que son inquietantes dudas en la conciencia del poeta. Ya él obtuvo la respuesta, pero una pregunta sigue en pie. ¿Qué nos espera después de la muerte?


Por Dayana Castro Orellana.

Más allá de lo humano y lo divino.




El cuento que decidí analizar es “El corazón delator” de Edgar Allan Poe, pues es una  de sus obras narrativas más destacadas y además  fue el primer cuento que llegó a mis manos de este maravilloso escritor. Poe me gusta porque el modo en que él escribe ciertamente me apasiona, de hecho es uno de los pocos autores que logra captar totalmente mi atención y me transporta dentro de sus historias, obligándome a utilizar de lleno mi atrofiada imaginación. Él conoce la fórmula perfecta para atrapar a cualquier persona y convertirla en un incansable lector.  Es gracias a sus cuentos macabros, sus escenarios misteriosos y sus temáticas sombrías sobre la naturaleza humana que logra llegar hasta lo más profundo de las entrañas, donde no se puede negar quienes somos ni lo que podemos llegar a ser.
El nombre  original de este cuento es The Tell-Tale Heart, por lo mismo es que traducido al español también lo encontramos por el nombre de El corazón revelador. Como ya lo mencioné anteriormente, este cuento fue escrito por el autor norteamericano Edgar Allan Poe destacado por sus variadas obras de estilo gótico. 
El corazón delator, fue  publicado por primera vez en el periódico literario “The Pioneer”, en enero de 1843, posteriormente fue republicado en el periódico del propio Allan Poe, llamado “The Broadway Journal” en  1845.
El argumento de la obra es un crimen, como es típico de los cuentos de Poe, que nos sumerge con bastante facilidad en mundos fantásticos, llenos de elementos “oscuros”. Estos elementos son propios del “Romanticismo oscuro” que es un subgénero literario que nace en el siglo XIX a partir de un movimiento filosófico, llamado “Trascendentalismo” y trata la temática del pesimismo en la naturaleza humana, reflejada en cada uno de los textos de este escritor. Es por esto que la mayoría de los personajes de los relatos de Poe son seres al límite, seres fácilmente capaces de ser corrompidos por los pecados y las tentaciones, como es el caso de este metódico hombre que decide asesinar al anciano con ojo de buitre (protagonista del corazón delator).
Es otra de las razones de haber escogido un texto de este autor, pues me fascina la facilidad con la que logra hilar a cada uno de sus personajes, creando narraciones perfectas en las que ningún detalle sobra o está puesto al azar, pues a medida que nos vamos adentrando en su literatura, nos damos cuenta de que cada dato que coloca, luego nos lleva a algún nuevo hecho o conclusión que nos ayuda a dilucidar el misterio que se nos planteó al comienzo.
Al principio de la obra el personaje principal que no posee nombre, ni una relación certera con el personaje secundario parte indicando con vehemencia que no está loco y que su único problema es que siempre ha sido tremendamente nervioso (para justificar de este modo el crimen que ha cometido). Si nos fijamos detenidamente, en la mayoría de los cuentos de Poe, él hace alusión a las obsesiones humanas, al modo en que las personas pueden llegar a perder la cabeza a causa de determinados factores, factores que acaban cruzando la delgada línea existente entre la locura y la cordura.  De hecho, en esta obra lo que más recalca el protagonista es su supuesta cordura o normalidad, cuando realmente a medida que avanza su relato con una calma tan fría e inhumana lo único que logra demostrar es su falta de juicio a través de la culpabilidad del crimen cometido con suma agudeza y premeditación y sin embargo sin ninguna motivación, fuera de la oscura obsesión y desagrado que le producía el “ojo de buitre” del anciano. “Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué disimulo me puse a la obra!
Como ya se mencionó anteriormente en este cuento se hace escasa alusión a la relación existente entre los personajes, además de omitir sus nombres puede que esto fuera para que el lector se centrara más en los hechos y el  en contexto más que en los personajes en si, pues si hay algo que se encuentra plenamente desarrollado en la esta obra literaria es el espacio y el modo en que ocurren las cosas. Lo que más se resalta es la implacable obsesión que produce en el personaje principal algo tan sencillo como un ojo o los latidos de un corazón.
Otra de las cosas que llama la atención en este cuento es que no está ordenado cronológicamente, pues al inicio se da una conversación donde el protagonista narra el modo en que cometió el crimen, además de sus razones, entonces nos damos cuenta de que no es el comienzo de la historia, sino el final, pues en esa conversación  el personaje principal se está confesando con los policías que llegaron hasta su residencia para indagar sobre lo sucedido.
A medida que seguimos con la lectura del dicho cuento, nos encontramos con una segundo obsesión, que acaba gatillando  en el asesinato del anciano y volcando en él toda la ira del protagonista, con esta segunda obsesión, nos referimos al sonido que producían los latidos del corazón de la víctima, latidos que acabaron sellando su destino, así como también el destino del victimario.  Cosa que también ocurre en otro de sus cuentos más famosos El gato negro, recordemos que en este cuento, publicado en 1843, también nos encontramos con un crimen propio de los más bajos instintos humanos, que desencadena en una “suerte de tragedia” tanto para la víctima, como para el victimario. En el caso de El corazón delator, son estos latidos los que acaban comprobando su falta de juicio, además claro de su innegable culpabilidad, pues al término del relato el protagonista ya no aguanta más el latido que aún después de muerto, sigue produciendo el ruido infernal que tanto le atormenta y finalmente lo hace dejar de fingir y revelar tanto el crimen como el lugar donde estaban ocultos los restos de su víctima “-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí! ¡Donde está latiendo su horrible corazón!”


 
Por Valentina Medina.

jueves, 3 de mayo de 2012

Como visitar Europa en ocho días




En la vida de toda persona existen hechos o historias importantes que pasaron en su niñez, hechos o historias que se quedan grabadas en sus vidas por el simple hecho de estar en una época de inocencia e ilusiones. Para toda persona es importante los cuentos leídos en años pasados porque de cierta forma llenan de goce su vida imaginando alguna vez tener una vida mágica. Cuentos clásicos lleno de  elementos fantásticos que ayudaron para el desarrollo intelectual que traspasaron generaciones marcándolas hasta el día de hoy. Los cuentos infantiles no se restringen solo por un mundo mágico, su base está en el folclore de los pueblos, la mayoría de los cuentos de hadas conocidos tuvieron ese origen. Cuentos como: Caperucita Roja, Blancanieves, la Cenicienta, la Bella Durmiente, forman parte de este gran mundo de cuentos. Pero, ¿Son estos cuentos un reflejo de nuestro pueblo? ¿Representan una cultura cercana y real? Bueno la respuesta es no. Si analizamos el simple hecho de que estos cuentos, a los cuales yo los llamo “cuentos Disney” tienen elementos como castillos, una bella doncella, una bruja malvada con un gorro puntiagudo  y un apuesto príncipe azul acompañado de un hermoso corcel nos daremos cuenta inmediatamente que en nuestro continente jamás veremos esto, simplemente porque no tuvimos una monarquía de reyes ni príncipes en nuestra tierra, solo fuimos una colonia que se encontraba al otro lado del océano. Este prototipo de cuentos se ha tomado casi por completo nuestra niñez imposibilitando el interés de conocer los nuestros, esos donde aparecen indígenas con españoles o personas de nuestra historia.
Creo que no soy la única persona que cuando piensa en las lecturas hechas en su niñez se le viene a la cabeza estos “cuentos Disney” con el típico: “se casaron y vivieron felices para siempre en su castillo” soñando con el hombre perfecto que llegaría a rescatarnos de una triste vida, cuando en realidad esas ilusiones se destruyeron solo por el hecho de que no existen príncipes en nuestro país. No digo que sea malo tomar estos relatos cuando se es niño, mi pensamiento va más allá de eso, trata de incentivar una lectura completa, incluir los cuentos latinoamericanos e insertarlos de tal manera que aun estando en la niñez se aprecie y desarrolle un equilibrio a la hora de leer. A pesar de que tal vez estos cuentos no son reflejo de nuestra cultura siguen estando en las lecturas favoritas de los niños por lo que es importante revisar y analizarlos.
                Dentro de mil años fue escrito en 1853 junto con 164 cuentos más destinados a los niños, aunque también resultan atractivos a los adultos por su imaginación poética y, sobre todo, por el sentido moral y filosófico que se esconde detrás de cada anécdota. Forma parte de un corpus de literatura infantil dentro de un contexto clásico que atraviesa nuestra infancia, por lo tanto, es importante hacer un comentario para analizar la lectura que tuvimos cuando pequeños y abocarnos en un escritor tan importante como lo es Andersen, autor de cuentos inolvidables como El patito feo  y La sirenita.
Escritor y poeta, nació el 2 de abril de 1805 en Odense, Dinamarca. Fue de familia pobre, su madre era lavandera y su padre zapatero. Su madre sufría de un grave alcoholismo por lo que Andersen le dedico dos de sus cuentos La pequeña cerillera y No sirve de nada. Además de cuentos y poesía este autor escribió obras de teatro y una novela como también a cantar ópera aunque no tuvieron mayor relevancia.
Comenzó con poesía donde prevalecía lo romántico y lo patriota. Se dedico a viajar por casi todo el mundo y sus ideas para narrar se enfocaron en esos viajes. Fue un escritor que pertenecía al romanticismo danés autodidacta y sus principales influencias fueron, en un principio, de sus amigos Christoph Weyse y Frederik Hoegh Guidberg.
Se dedicó a las temáticas sociales que en cierta forma lo representaban a él. Según la crítica muchas de sus obras hacen referencia a sus fracasos sentimentales, ya que no tuvo mucha suerte con las mujeres y se sintió fuertemente atraído por los hombres, lo que lo llevo a tener cierta femineidad y a una vida solitaria.
Murió  el 4 de agosto de 1875 al sufrir una caída desde su propia cama en la casa llamada Rolighed cerca de Copenhague donde está enterrado.
Sus personajes se caracterizan principalmente porque son sometidos a su destino hasta que el cielo en forma de hada madrina o de otro ser mágico acude en su ayuda.
Dentro de mil años fue escrito cuando en Europa se vivía una época de cambio tanto político, social. Económico, artístico, cultural, etc. El siglo XIX el pensamiento de Europa era inestable, se caracterizaba  por el deseo de ser libres; mientras que América se encontraba invadida de violencia y represión por parte de la elite criolla en un periodo de Independencia. Por lo tanto, son dos continentes abrumados por cambios drásticos y este viaje que se relata en el cuento fue influenciado por este contexto.
Dentro de mil años hace alusión a los viajes que se hicieron a Europa en tiempos de colonia, cuando los jóvenes de familias acomodadas viajaban para recibir conocimiento de las escuelas europeas, cuando la manera de viajar era solo por mar, cuando se demoraban incluso meses en arribar en sus orillas, pero que no por eso se dejaban de hacer. Hace una crítica a esos tiempos donde solo algunas personas que tenían los recursos podían disfrutar de este continente y los demás solo debían quedarse con la ilusión de que algún día lograrían salir de América.
Nos habla de una cultura entrelazada con otros pueblos, de diversidad de personas (negras o de otras religiones) en un mismo lugar al referirse a los ríos Támesis, Rin y Montblanc. Nos habla de la denuncia social, de cómo la clase alta no respetaba el trabajo hecho por los artesanos y agricultores cuando nos habla del rico harinero  con su campo de mieses.
También se puede ver el homenaje  de los europeizados americanos que van en este viaje, como alaban a Europa, llenos de ilusiones y sueños al exclamar: ¡Ah Europa! ¡Ah Europa! Se puede observa en ellos un pensamiento más moderno de viaje, un pensamiento de progresión al creer que todo pasa en veinticuatro horas.
Se nombran a grandes personajes, grandes mentes nacidos en esta tierra, ya sea por los  hombres de letras, como los políticos y hombres de maquinarias. Shakespeare, Moliére, Carlomagno, Colón, Cortés, etc.
Todo lo visto en este viaje se pudo comprobar en solo ocho días gracias a el avance en las aeronaves, y al terminar este cuento nos deja con esta frase: “Hay mucho que ver en Europa”, frase que deja en descubierto la inmensidad y diversidad de su cultura.   
Al leer este cuento no lo relaciono solo con un viaje físico más bien a un viaje metafórico, un viaje que traspasa los pensamientos de ilusión y cambio de los americanos por conocer una cultura distinta, rica en historia donde hombres de todas las épocas influenciaron en su desarrollo. Pero ¿Era Europa un continente que inspiraba ilusiones y alabanzas? A mi parecer y tomando en cuenta la situación de Europa en ese entonces creo que más que una esperanza de mejor vida era una tierra un tanto extremista porque como típicamente se dice: “o era blanco o negro”, entonces ¿Por qué tanta alabanza hacia Europa? Tal vez el autor de este cuento quiso darle otra visión más positiva, es decir, trato de modernizar un poco la idea de este viaje sacando a relucir lo mejor de ella que es  personajes importantes y lugares esplendidos alojados ahí o simplemente porque se basa en que América a la vista de los europeos siempre estuvo por debajo de ella, porque de cierta forma se desarrollo primero que nosotros.
“Como visitar Europa en ocho días” a mi parecer el autor trata darle un sentido más cosmológico a este cuento al terminarlo con esta frase. El número ocho no es una coincidencia, este inserto aquí por una razón, tiene una función implícita. Símbolo del infinito y de la eternidad, el 8 es también una representación de las energías terrestres y celestes que circulan sin cesar de arriba abajo, y de abajo arriba, y se regeneran, es un número mágico, misterioso y al mismo tiempo, inquietante. Del mismo modo, esto es lo que muestra y revela el número 8: una fuerza de vida y una fuerza de muerte casi simultáneas, que nada puede contener ni parar. Es el doble de cuatro, la proyección o desdoblamiento de lo físico y lo espiritual, la pureza y la resurrección. Son siete chacras del ser humano en la religión Buda, el ocho es el elemento liberador. Es el santo ocho que muestra la materia y la esencia en perfecto equilibrio.




Por Lissette Cubillos


Un conflicto bélico desde los ojos de Vartou.




Andersen nació en el seno de una familia muy pobre, su padre fue zapatero y murió cuando él tenía aproximadamente once años, quedando solo con su madre que era una lavandera y asumida protestante. No es secreto que un escritor transmite en sus obras pequeñas  partículas de él, ya sea explícita o implícitamente. Justamente,  es el trabajo del lector apreciar las pistas que el autor detalla en su obra como pequeñas pinceladas de nostalgia, tristezas o alegrías.  En este cuento, podemos ver, gracias a ciertos códigos, la propia realidad de Andersen.
 En el primer párrafo el narrador nos dice: “Junto a la verde muralla que se extiende alrededor de Copenhague, se levanta una gran casa roja con muchas ventanas, en las que crecen balsaminas y árboles de ámbar. El exterior es de aspecto mísero, y en ella viven gentes pobres y viejas. Es Vartou.”
En este párrafo, que da comienzo al cuento, se detalla la vivienda de personas de edad avanzada y pobres. Como se señala posteriormente, la mayoría de los niños no utilizaban zapatos, aquí vemos la clara unión de una realidad no tan distante para Andersen, con la literatura como recurso que se abastece de la historia y de las vivencias de cada autor.
Este cuento muestra lo que aconteció o acontece durante una guerra, la pérdida de un amor de juventud, quizás en la Primera Batalla de Copenhague o tal vez en la Segunda Batalla, cuando la flota británica atacó “la muralla verde” sin razón aparente. La inocencia de niños que desconocen la triste suerte de sus antepasados, que ignoran las leyendas  o el delicado límite entre ellas y la realidad. Tal vez ignoran su más cercano destino; batallar para defender su nación.
Tomando las palabras del sociólogo Durkheim, una guerra, una batalla, es un hecho social[1], el hecho social de Vartou. Escogí a Émile porque al igual que Andersen, nació en un contexto inestable, aunque no económico, sí político, que fue lo que ocasionó su preocupación, debido a la inestabilidad en el poder interno Francés y a la derrota en la Guerra Franco-Prusiana. Si bien Andersen nació (en Odense) antes que Durkheim, de igual manera se desarrolló en un contexto poco favorable, rodeado de pobreza y con el fantasma de la muerte en la capital de su país, invadida entonces por británicos. 
                Sin duda, Hans entrega una muestra de realismo asombroso, que muchas veces esconde una gran crítica social; crítica enfocada a los prejuicios y las costumbres que menosprecian la naturaleza de personas pobres o diferentes, de niños que viven en la miseria. Esto se ve ligado claramente a la coacción que detalla Durkheim, que en términos simples es la que poco a poco se encarga de darle vida a  nuestras costumbres. Señala que si bien, muchas veces la coacción no es violenta, siempre está presente. “Si yo no me someto a las convenciones del mundo, si al vestirme no tengo en cuenta los usos vigentes dentro de mi país y de mi clase, la risa que provoco, el alejamiento en el que se me mantiene, producen, aunque en forma más atenuada, los mismos efectos que un castigo propiamente dicho.”
Es tan fuerte la cotidianidad que detalla Andersen en su cuento, que es evidente la existencia de un cuerpo social inestable, sumergido en un tránsito social y en un claro peligro de dispersión, ligado según Durkheim a una solidaridad con dimensión moderna, o en otras palabras, una solidaridad orgánica, donde no existen vínculos colectivos, sino una alta individualización social, que, como señala este teórico y como los hechos lo respaldan (en este caso) es el mayor facilitador del  ataque de una sociedad más cohesionada.
La asimilación que se realiza al leer “Desde una ventana de Vartou” (dependiendo de las referencias que posea el receptor), nos lleva, desde la historia de alguna vecina que Christian pudo tener durante los años que vivió en Copenhague, hasta alguna suerte de historia que se contaba en los barrios, tras la Primera Batalla de Copenhague o quizás de la Segunda Batalla de Copenhague.
Al leer esta obra, vemos la literatura como un ente altamente imaginario, pero, sin duda, altamente nutrido de la historia, en este caso particular, de los conflictos bélicos en los que Dinamarca (en ese entonces unido con Noruega) se encontró involucrado.
Claramente Durkheim no fue el primero en referirse al “principio de causalidad”, pues con mucha anterioridad los grandes místicos y espiritualistas del universo le llamaron ley de causa y efecto o karma. Émile Durkheim plantea algo interesante; la “ley de causalidad  ha sido verificada en los otros reinos de la naturaleza, y progresivamente  ha extendido su imperio del mundo fisicoquímico al mundo biológico, y de éste al mundo psicológico”  señala que “estamos en el derecho de admitir que esta ley es igualmente cierta en el mundo social; y es posible añadir hoy que las investigaciones emprendidas sobre la base de este postulado tienden a confirmarla”, pero ¿realmente es así? Lamentablemente los conflictos entre países son algo natural (sobre todo en sociedades poco cohesionadas), y al contrario de lo que buscaba Durkheim (y de lo que podríamos desear nosotros, como habitantes de este planeta), no siguen su desarrollo  sin tropiezos, un ejemplo literal se aprecia en este cuento;  la anciana deja en claro que su historia  volverá a suceder, los jóvenes no conocerán el amor verdadero, deberán marchar una y otra vez hacia un destino nefasto, para morir defendiendo absurdas y en muchos casos ajenas convicciones, que no serán ninguna ayuda para el desarrollo sociedad,  económico o moral. La interrogante es, si el principio de causalidad es un “postulado confirmado”,  qué es lo que han hecho  niños inocentes, para recibir las consecuencias de desastres que algunos llaman batallas épicas. Cómo pueden merecer una vida miserable sin siquiera poder hablar, qué es lo que los hacen acreedores de la discriminación y la falta de oportunidades ¿dónde está la causalidad de la injusticia?
Andersen fue un hombre polifacético, escribió poemarios, cartas, libretos de ópera, sin embargo, fue la magia de  sus cuentos,  lo que lo llevó a la popularidad, quizás no solo por sus hadas, sus murallas verdes o sus patitos, quizás porque la singularidad que poseía su obra, de llevar conciencia a través de la entretención, fue lo que necesitaba el alma del dañado cuerpo de la sociedad, tal vez pedía a gritos un momento para reflexionar, pues, como se señala en Las reglas del método sociológico: “en efecto, la reflexión es anterior a la ciencia…”


[1]Un orden de hechos que presentan caracteres muy especiales: consisten en formas de obrar, pensar y sentir, exteriores al individuo y están dotados de un poder de coacción en virtud del cual se le imponen”. DURKHEIM, É. Las reglas del método sociológico, editorial Colofón S.A, México, 2004, pág. 29

 

Por Yaritza Echeverría

miércoles, 2 de mayo de 2012

Arte sobre el espejo



A pesar de que prefiero la literatura latinoamericana, mi elección por una obra de Edgar Allan Poe se fundamenta en dos ideas: eliminar el estigma de lo norteamericano e indagar en un estilo literario desconocido para mí.

Este cuento fue escrito en el año 1842, dos siglos después del ocaso del estilo gótico, tan propio de este autor y que abarca en gran medida esta obra. El tema central que se aborda de casi principio a fin está fielmente impregnado en su título: Un retrato oval; es el retrato de una joven “ya formada, casi mujer”. Lo curioso y lo novedoso es que Poe empieza narrando una historia  (entrar a un castillo abandonado para pasar la noche ahí) y por medio de esta, se introduce en otra historia paralela que resulta ser el verdadero motivo del cuento.

Comenzamos con la curiosidad del considerado, hasta entonces, protagonista, sobre las pinturas que hay en el castillo. Esto es, sin duda, el comienzo de un viaje al parecer breve pero importante sobre el arte. No olvidemos que es en este período en el que surge el Impresionismo que da comienzo a una serie de diversos estilos que hoy conocemos como las vanguardias. Lo primero que observa son la tapicería y los trofeos heráldicos. La cultura de la antigua Grecia marca un antes y un después en todo referente para la civilización occidental. El arte griego es considerado como clásico y es un precepto o guía para toda la escultura y arquitectura que se ha reproducido de uno u otra forma a lo largo de toda la historia occidental. Luego, cuando sigue avanzando por el muro ve numerosas obras modernas de estilo árabe. Esto se refiere, probablemente, al arte islámico, surgido en el siglo XIX por el Movimiento Orientalista que, al igual que el griego (reproducción de la forma) es rica en tapicería.

Cuando decide a acostarse, contempla una colección de arte religioso, que es conocido a través de la historia como Arte Sacro, propio de la Edad Media, dejada cuatro siglos atrás para el autor, o talvez dos para el cuento. De este tipo de arte es propio el bautismo,  el juicio, la crucifixión, la muerte y resurrección de Cristo, reflejo de la doctrina cristiana predominante en el mundo o lo que era mundo para ese entonces: Europa, y es por esto que destacan Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, por nombrar algunos. Sin embargo, todo lo mencionado anteriormente quizás sea solo una coincidencia con sus fantasías norteamericanas y no alemanas, como destaca el autor: Si muchas de mis producciones han tenido como tesis el terror, sostengo que ese terror no viene de Alemania, sino del alma [norteamérica]; que he deducido este terror tan sólo de sus fuentes legítimas, y que lo he llevado tan sólo a sus resultados legítimos Edgar Allan Poe, citado por Julio Cortázar en Ensayos y Crítica (Alianza Editorial - Madrid, 1973), pues, a pesar que para Ruben Darío lo califica en su libro Los Raros (1896) como un poeta que ha influenciado hondamente en el arte universal, Poe carecía de formación pictórica. Solo había sido formado en literatura, con una latente curiosidad por la creación literaria castellana.

Con esto, abandonamos la primera historia, la falsa historia que nos introduce al verdadero relato. Al tener en sus manos el cuadro, nuevamente aparece mencionado el arte había en él mucho de la manera de pintar de Sully  -Thomas Sully, pintor estadounidense de origen inglés- lo que nos hace cuestionarnos fuertemente sobre lo conocido o no por el autor y recordarnos que no solo sus obras, sino su vida están llenas de misterios. Era el retrato de una joven con cabellos radiantes que, a pesar de toda la denotación y connotación que tiene ser joven, estaba cubierta de una sombra vaga.  Con esto, empezamos a ver la figura del esperpento que corresponde al género literario creado, posteriormente, por Ramón del Valle-Inclán, donde se busca deformar la realidad a través de un lenguaje desgarrado. Es decir, dejamos de ver este mundo real creado primeramente por Poe para darnos paso a este mundo deformado que esconde la historia que contiene el retrato que tiene en sus manos y darnos cuenta que la vida misma de la joven está en ese cuadro; pues, el pintor del retrato poco a poco va absorbiendo la vida de la muchacha hasta el punto que termina muerta cuando él acaba de retratarla. Es como la mezcla de un espejo cóncavo y convexo puestos al mismo tiempo sobre la historia, donde no hay tiempo para dormir, el tiempo transcurre lento y a la vez rápidamente dentro de aquella torre que se habían encerrado. El pintor en su afán de demostrarle su amor enloquece pintando el lienzo con su imagen, sin embargo rara vez levanta la mirada (este pintor calza perfectamente con uno de los personajes típicos de este género literario: pintor fracasado y obsesivo) sin darse cuenta que la escasa luz que penetra la torre la está matando ¿o tal vez es el retrato el que la está consumiendo? Nuevamente vemos esta realidad convexa y cóncava: es posible atrapar la vida en una obra y lo vemos explícitamente en lo que dice el pintor: “En verdad, esta es la vida misma”.  Con esto cuestionamos si es cierto que ambas son historias paralelas, pues se va deformando la existencia de una para internarse en la otra y convertirse en una sola historia, es decir, la vida de la mujer joven está presente en el retrato que aquel hombre malherido encontró en el interior del castillo.


Por Camila Torres

La gota de infinita soledad.




En  este cuento de Hans Christian Andersen podemos apreciar el espejo deformante de la realidad por medio de la lupa y del agua, el agua que es incontrolable, que ingresa hasta por el más mínimo espacio, es en esta gota de agua donde se encuentra todo el mundo, un mundo entero en una ínfima molécula, algo que por cierto es muy barroco, al igual que la imagen de la lupa que nos transmite la idea de que las cosas van a depender del cristal con el cual se miren.
Según “La poética del espacio” de Bachelard nuestra imaginación, en este caso la imaginación del autor, “huye del objeto próximo y enseguida está lejos, en otra parte, en el espacio de la otra parte”. “Cuando esa otra parte es natural, cuando no habita las casas del pasado, es inmenso”  lo que nos lleva a esta gota de agua que nos traslada fuera del mundo próximo, este mundo diminuto que esta etiquetado con un signo de infinito, un mundo tan inmenso como el nuestro.

También podríamos ver algunos poemas de Baudelaire donde este relaciona lo ínfimo, la gota de agua, con lo infinito, el agua en “La poética del espacio” hace referencia a la soledad. Andersen desde el inicio del cuento busca la crítica social que se manifiesta con toda su fuerza al final del cuento, quizás por esto elige el agua como el elemento que contiene todo un universo en su interior, a pesar de que se muestra un mundo completo, un mundo formado por millones de personas, todas estas se encuentran en una absoluta soledad por medio de sus actitudes hacia los demás.

En el primer párrafo encontramos una correspondencia arriba-abajo típica de la literatura infantil, el brujo que aparecerá más adelante en la historia mira todo desde arriba, casi como un Dios, ya que ve todo lo que hay dentro de la gota como algo mínimo comparado con su existencia, solo ve minúsculos animales que no hacen nada más que dañarse, pero que sin embargo, son felices.
El primer brujo de nuestra narración o Crible-Crable es un personaje acaparador, es un personaje genérico que siempre consigue lo que quiere sin importar lo que deba hacer para conseguirlo. El anciano se pone a pensar en que puede hacer para qué estas criaturas vivan en paz, proyectando de esta forma una imagen de redentor, y es aquí cuando debe acudir a la brujería para cumplir sus propósitos, vierte un líquido similar al vino sobre los animalitos, el cual hace que estos queden de un color rosado, haciéndolos similares a un montón de humanos desnudos, proyectándonos de esta forma dos imágenes; primero, la imagen de la alquimia que busca transformar el oro en plomo, o en este caso un montón de animales en personas, que lamentablemente, a pesar del cambio en su apariencia, siguen siendo tan salvajes como lo eran en un inicio, es importante explicar que la alquimia funciona bajo una ley de estados equivalentes en la que para obtener algo se debe otorgar algo a cambio, en este caso se pierde la racionalidad de los seres humanos; y segundo, la historia del mundo, la teoría de la evolución.
A lo largo de la historia se une otro brujo al proceso de observación, este último no tiene nombre, propiedad  generalmente otorgada a aquel personaje que es figura o representación del mal; aquí se nos está presentando el conflicto judaico de las fuerzas del bien y del mal, y de cuál de estas dos potencias es la que finalmente se queda con el control de este mundo que se encuentra en medio de este conflicto universal. A nuestro hechicero innominado se le hace el tentador ofrecimiento, por parte de Crible-Crable, de regalarle la gota de agua si adivina que es lo que hay en su interior, pero se le hace la advertencia previa de que no será muy fácil acertar. Lo que el hechicero innominado pudo apreciar fue algo “comparable a una ciudad donde toda la gente corría desnuda”, un lugar en el que todos se hacían daño, donde todos peleaban por el lugar del otro, un lugar en el que incluso al más indefenso y tranquilo (la doncella) se le quitaba su paz para llevarlo directo a la muerte.
Además de hablar del espejo deformante que podría ser el agua, encontramos otro espejo, según el análisis que hace Bachelard de Baudelaire “el destino poético del hombre es ser el espejo de la inmensidad”, o más exactamente todavía: la inmensidad viene a tomar conciencia de ella misma en el hombre, por eso es que la mínima gota de agua y la humanidad que encontramos en su interior configuran este vasto mundo reflejo del nuestro.

Sin lugar a dudas este cuento no es más que una sátira de la sociedad. Es importante señalar que la vida de pobreza que tuvo Andersen durante su infancia, quizás influye en gran manera en sus cuentos, ya que son varias las obras de este autor en las que de una u otra forma se lleva a cabo una crítica social y precisamente esto es lo que encontramos aquí. El segundo brujo identifica lo observado como “Copenhague o como cualquiera otra gran ciudad” haciendo referencia al estado deplorable en que se encuentra la humanidad en la época, una sociedad donde nadie respeta a los demás, donde intentamos eliminar al otro casi como un medio de supervivencia para así poder escalar más alto.
No podemos olvidar que este es un cuento infantil y que la aparición de la magia, de una doncella y de los brujos configura un estado medieval típico de este tipo de literatura, aunque hemos podido ver que en el fondo la narración va mucho más allá de una simple lectura para niños. Andersen nos plasma la visión que tiene él, y que tal vez varios compartimos, de la sociedad, la sociedad de su época,  la sociedad  actual y probablemente la del futuro, donde por medio de una falsa felicidad ocultamos nuestro sentido de soledad, una sociedad que en palabras del anciano brujo Crible-Crable no es nada más que “agua del charco”.


Por Gabriel Soto 

"Pájaro y Pajarero" de Ibsen: la historia del mundo es la lucha de clases


Como mujer de teatro me involucro con Ibsen, ya que es uno de los dramaturgos más importantes y adelantados de su época. En esta ocasión quise tomar su poesía, ya que me permite ahondar en una arista desconocida de él, pero no ajena de la tensión dramática que le impregna a sus obras. Este poema “Pájaro y pajarero”, nos conecta con la maldad y abuso de poder que muchas veces es inherente en el ser humano.
Este poema fue escrito en el siglo XIX. El lenguaje de este autor está centrado en el realismo. Ibsen aborda temas contingentes y que provocan bastante a los lectores, es por esto que se le conoce como un autor socio-crítico. Su trabajo más conocido es el que hace en la dramaturgia, en el cual fue bastante importante, ya que marca los precedentes para autores que abordan el realismo y/o realismo sicológico, tales como Chévoj, Strindberg, Wilde, Pérez Galdós, O’Neill, entre otros. Ibsen también incursionó en otras ramas de la literatura como el cuento y la poesía; en este caso “Pájaro y pajarero”  forma parte de su obra poética, en la cual aborda los mismos tópicos: la crítica social, el cuestionamiento del modelo de familia tradicional, las injusticias, el abuso de poder, la desigualdad. Todo esto viene marcado por el contexto político de la época, no olvidemos que el siglo XIX se caracteriza por sus fuertes cambios, la revolución industrial, las revoluciones burguesas por consiguiente el imperialismo; también surgirían algunas corrientes de pensamiento contemporáneas, tales como el idealismo absoluto, el materialismo dialéctico, el nihilismo y el nacionalismo.
Desde la perspectiva clásica, los poemas han de tener cierta estructura para que se les considere poema, no obstante, es a finales siglo XIX donde comienza un cambio en la poesía que se antepone a las vanguardias. “Pájaro y pajarero”, carece de la estructura clásica y se involucra en un verso libre; lo primero que me sorprende son sus estrofas disímiles entre sí, ya que todas las estrofas tienen distinta cantidad de versos, lo cual queda plasmado en  cinco, cuatro, cuatro, tres, dos, cinco, etc. La primera tiene cinco versos, esta comienza con la historia del pajarero que a raíz de sus ansias de poder elucubra el modo de atrapar a este pájaro que se muestra inocente; es importante la personificación que yace sobre el pájaro, ya que al mostrarlo tierno se asocia con un rasgo humano. La segunda estrofa posee cuatro versos, aquí se presenta el triunfo del pajarero, ya que logra apresar a su ave, se muestra el lado pérfido del cautivador: “gocé aterrorizando a mi cautivo”, pero esta maldad se ve noble, ya que el pajarero lo hace con alegría, satisfaciendo sus más profundos deseos, desde la perspectiva del sueño inalcanzable. La tercera conserva los cuatro versos, y muestra que una vez satisfechos los deseos, estos se vuelven someros y se desea otro tipo de acción, nuestro pajarero cambia su fin y abre la jaula para que el pájaro goce de su libertad nuevamente, pero los puntos suspensivos que Ibsen utiliza en el final de esta estrofa nos hace presagiar un cambio inesperado en el curso de las acciones que se presentan. La cuarta tiene tan solo tres versos, los cuales están envueltos en signos de exclamación, así se puede alabar aún más la importancia que tiene la libertad para el autor (Este tema es abordado en “Casa de muñecas”, “Un enemigo del pueblo”, “Hedda Gabler”, “Espectros”, entre otras). La quinta, sorprende más aún, ya que solo tiene dos versos, lo cual nos marca un puente (el socialismo) entre la sociedad capitalista (que es donde el pajarero tiene cautivo al pájaro) y la sociedad comunista (donde es el pajarero que queda preso en la misma jaula que él construyó para someter al ser inferior); en esta estrofa se da el inicio al cambio de paradigma, ya que el pájaro siendo libre no desea estarlo. La sexta estrofa vuelve a la estructura de la primera teniendo cinco versos, esta estrofa es importante, ya que por una parte cambia la voz principal del poema, puesto que ya no es el pajarero quien relata el texto y por otra, nos cuenta que el pajarero pasa a ser el cautivo de su propia jaula. La séptima estrofa conserva solo cuatro versos, es en esta donde se muestra por primera vez al pajarero como un ente con miedo por el cautiverio, esto le provoca temores y espanto, demostrándolo con miradas hacia el pájaro, suponiendo una culpabilidad en los actos de este. La última estrofa conserva los cuatro versos que la anterior, y muestra la claridad de que independientemente de la libertad que podamos poseer, siempre estaremos presos del sistema y ya no es el pajarero o el pájaro el malo; quien ostenta la maldad es ahora el sistema, puesto que obliga a pájaros o pajareros a ser lo que son, por ejemplo los carabineros con los mapuches en el sur; es el sistema quien determina que los carabineros con los mapuches tengan la lucha con la misma clase y no con la clase opresora, que en este caso son las forestales y los gobiernos de turno.
Es importante señalar, que a lo largo del poema, Ibsen utiliza puntos suspensivos, signos de exclamación, comas, puntos y comas; todo esto para darle la tensión dramática y así no desentenderse completamente de su labor como dramaturgo; esto permite una lectura más activa del poema y nos hace nadar en el mar de la mímesis, poiesis que entrega la obra dramática.
            Teniendo en consideración estos precedentes podemos hacer una analogía entre el título de este poema y “la lucha de clases”. Este concepto fue acuñado en la obra Manifiesto Comunista, de Karl Marx y Friederich Engels, publicado por primera vez en Londres el 21 de febrero de 1848, aquí se afirma que “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases… Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre…”[1] Pájaros y pajareros, podría pertenecer al campo semántico de “lucha de clases”, puesto que se presentan dos personajes que pelean entre ellos por su libertad; el pájaro representaría al proletario y el pajarero al burgués.
            El pajarero se muestra como alguien que persigue los deseos de su configuración como ser superior al pájaro, aunque ciertamente disfruta teniéndolo cautivo, ya que esto sacia sus necesidades básicas. El dominador vulnera todos los derechos de su presa, tanto así que constantemente lo instiga y lo amenaza, como una forma de someterlo constantemente, para demostrar su poderío y no dar derecho al escape o la rebelión; sin embargo, este pajarero no sabe que hila su propia trampa y que el ramaje de mimbrera finalmente será la génesis de su supresión. Por otra parte, está el cautivo; este pájaro que gozando de su libre albedrío es atrapado y enjaulado; no intenta escapar, solo espera a que algo suceda, y es así como en un instante el pajarero abre la jaula y él escapa; lo paradójico es que es ahora el pajarero quien está preso en su propia jaula.
            Siguiendo con el marco teórico tomado anteriormente, podemos asociar el desenlace del poema con el “materialismo histórico” planteado por Marx. Este tiene dos nociones básicas, como lo son la estructura y la superestructura, en la primera tomamos los modos de producción, aquí subyacen diversas sociedades desde la asiática, esclavista, entre otras, para llegar a la capitalista que sería la sociedad en que se escribe (contexto de producción) y donde se desarrolla la primera parte del poema, cuando el pájaro es cautivo. Marx dice que luego de la sociedad capitalista pasaremos a la socialista (etapa de transición) para finalmente estar en la comunista, la cual sería la sociedad fin de la historia (esto en un Marx joven, ya que el viejo Marx se desdice y afirma que la estructura está en movimiento y puede saltarse de una sociedad a otra aleatoriamente).
A modo de conclusión, quiero relacionar otro concepto de Marx, “teoría de la plusvalía” aquí dice, entre otras cosas, que es el capital quien crea las bases para su destrucción, porque es la minoría quien tiene el poder económico, por lo tanto el proletariado se tomaría el poder y vendría el socialismo. En otras palabras, es el pajarero que a través de sus decisiones provoca que el pájaro sea libre; sin embargo, está presente también en Marx, la teoría de la falsa conciencia y la de la alienación, es decir, pájaro y pajarero están alienados bajo el sistema y ninguno podrá escapar a su cautiverio en cuanto no escapan a la muerte pensante que hay en ellos, la muerte pensante es aquella que nos entrega una educación reproductiva, donde nos enseñan a reproducirnos según las mismas posibilidades que tuvo nuestra ascendencia, si mi madre fue obrera yo también lo soy y lo serán mis hijos, y en el caso de la burguesía es lo mismo, ya que el empresario es producto de su padre  y abuelo empresario, todo esto sin perjuicio de lo que realicemos, el punto es realizarlo por opción y por amor. Por lo tanto, Ibsen nos incita a pensar que hay más opciones que estar alienados y condenados a ser pájaros o pajareros, eso está en nuestras manos y en una educación para la liberación que es la que estamos construyendo.


[1] Karl Marx y Friedrich Engels, Manifiesto Comunista, Inglaterra 1848, Editorial Centro Gráfico Chile, 2003, pág. 32.


Por Débora Castillo.


martes, 1 de mayo de 2012

Oakland Apocalypse



Adjunto este último video, espero que lo disfruten.

Los desaparecidos del barrio Pompeya

Los desaparecidos de Argentina en el barrio Pompeya.

Cada uno tiene un nombre y un rostro; Olivia, José, Emilio, Oscar, Cecilia, Esperanza.
El espacio que habitaron, en la mesa donde nos sentamos, 
existe un espacio reservado para ellos, en el largo pasillo donde viven, aprenden tango
y los vecinos vienen a compartir una comida.
Los desaparecidos son una sombra dentro de cada hogar del país,
una silla vacía en la sala, los vuelcos en el piquete,
el vacío entre los brazos de una madre o el vacío en la cama junto a la amante.
...



Oración del pecador orgulloso



El día Viernes 30 de marzo del presente año, tuvimos la agradable visita del activista  y poeta norteamericano Clifton Ross y su esposa Marcy Rein. Ambos compartieron con nosotros su hermosa, valiente y crítica obra, Clifton, además relató algunas experiencias en su país y en algunos de latinoamérica. A continuación, se adjunta el vídeo del poema "Oración del pecador orgulloso". 


Primer protocolo


Clase del 30-03-2012 

Construcción de la Teoría Literaria del siglo XIX en América Latina pasa por un desencuentro de la modernidad en América Latina; Literatura y política en el siglo XIX –de Julio Ramos, Editorial Tierra Firme, Fondo de Cultura Económica, 1989.
·         La Teoría Literaria del S.XIX está muy unida a la política en América latina. Debido a que está en formación el Estado Nacional y las repúblicas independientes.
·         El siglo XVIII le había dado al escritor y a la literatura un rol fundamental en la construcción de la sociedad. (pasa desde el barroco, s. XVI en adelante, desde la modernidad). Esto se ve en La Ciudad Letrada. Esta ciudad letrada atiende al escribano, abogado, al y después al que escribe en los diarios, gacetas, hojas itinerantes, letrados que no son considerados periodistas. Todos ellos conforman la sociedad del XVI y XVII, la sociedad del Barroco.
·         Es la cuadricula española; el mapa, es un sistema de dominación, la cuidad es un núcleo importante desde donde pensar, ya Splenger había hablado de la Decadencia de Occidente, señalando que Europa estaba ahogada y decadente, por eso el europeo vino a buscar a América la abundancia, el espacio y la vida.
·         En La Ciudad Letrada Rama cita a Las Palabras y las cosas de M. Foucault.
·         Los mayas funcionan con círculos y puentes, tetralógicos (con cuatro sistemas de referencias), frente al cuadrado europeo. Es solar, de círculos, la España tiene una configuración lineal del tiempo y del espacio, pero la configuración del mundo americano es diferente, ya que el círculo presenta a la naturaleza y al hombre juntos, mientras que la linealidad aborda más la racionalidad. Esta es la prelógica de Andrade (1928) o las Mitológicas de Levi-Strauss (1964)
·         Federico García Lorca.
·         La cuadricula hispánica es nuestra configuración, se rompe el círculo de los mayas.
·         Siglo XV y XVII Comienza el cambio de estructura, desde lo natural a lo científico, para esto se debe despegar del mundo, entre objeto y sujeto, quedando un abismo.
·         “Nosotros” somos un producto de la cuadricula, pero el círculo, lo perdido está de alguna forma, a pesar que lo impuesto prevalece.
·         La pizarra es una configuración también del mundo, que  ustedes –los profesores- deben quebrar.  La clase expositiva quebró el sistema de conocimiento colectivo…
·         La arquitectura es el arte de dominación principal.
·         Finisecular, es decir, a finales de siglo los letrados tenían un rol fundamental, mantenido hasta el s. XVIII, pero durante el siglo XIX este rol se pierde; se entra a tallar el poder duro, el poder de los gobernantes y el de los escritores es desplazado. Cuando Martí llega habla de “la nostalgia de la hazaña”, ya que la literatura y sus escritores han perdido este rol importante que tenían. Entonces la pregunta era cómo se legitima la Literatura, si se quiere legitimar como una parte importante de la sociedad se debe encontrar una manera. Se considera a Marti como un investigador fundacional de la Teoría Literaria lationamericana. Él vive un momento complejo de la historia, propone algo nuevo frente a esta crisis, propone la Crónica como un género híbrido que le permite dar cuenta de la sociedad que va cambiando, una crónica que compensa por medio de la escritura las precariedades de la realidad.