En la vida de
toda persona existen hechos o historias importantes que pasaron en su niñez,
hechos o historias que se quedan grabadas en sus vidas por el simple hecho de
estar en una época de inocencia e ilusiones. Para toda persona es importante
los cuentos leídos en años pasados porque de cierta forma llenan de goce su
vida imaginando alguna vez tener una vida mágica. Cuentos clásicos lleno
de elementos fantásticos que ayudaron para el desarrollo intelectual que
traspasaron generaciones marcándolas hasta el día de hoy. Los cuentos
infantiles no se restringen solo por un mundo mágico, su base está en el
folclore de los pueblos, la mayoría de los cuentos de hadas conocidos tuvieron
ese origen. Cuentos como: Caperucita Roja, Blancanieves, la Cenicienta, la
Bella Durmiente, forman parte de este gran mundo de cuentos. Pero, ¿Son estos
cuentos un reflejo de nuestro pueblo? ¿Representan una cultura cercana y real?
Bueno la respuesta es no. Si analizamos el simple hecho de que estos cuentos, a
los cuales yo los llamo “cuentos Disney” tienen elementos como castillos, una
bella doncella, una bruja malvada con un gorro puntiagudo y un apuesto
príncipe azul acompañado de un hermoso corcel nos daremos cuenta inmediatamente
que en nuestro continente jamás veremos esto, simplemente porque no tuvimos una
monarquía de reyes ni príncipes en nuestra tierra, solo fuimos una colonia que
se encontraba al otro lado del océano. Este prototipo de cuentos se ha tomado
casi por completo nuestra niñez imposibilitando el interés de conocer los
nuestros, esos donde aparecen indígenas con españoles o personas de nuestra
historia.
Creo que no soy
la única persona que cuando piensa en las lecturas hechas en su niñez se le
viene a la cabeza estos “cuentos Disney” con el típico: “se casaron
y vivieron felices para siempre en su castillo” soñando con el hombre perfecto
que llegaría a rescatarnos de una triste vida, cuando en realidad esas
ilusiones se destruyeron solo por el hecho de que no existen príncipes en
nuestro país. No digo que sea malo tomar estos relatos cuando se es niño, mi
pensamiento va más allá de eso, trata de incentivar una lectura completa, incluir
los cuentos latinoamericanos e insertarlos de tal manera que aun estando en la
niñez se aprecie y desarrolle un equilibrio a la hora de leer. A pesar de que
tal vez estos cuentos no son reflejo de nuestra cultura siguen estando en las
lecturas favoritas de los niños por lo que es importante revisar y analizarlos.
Dentro
de mil años fue escrito en 1853 junto con 164 cuentos más destinados a los niños,
aunque también resultan atractivos a los adultos por su imaginación poética y,
sobre todo, por el sentido moral y filosófico que se esconde detrás de cada
anécdota. Forma parte de un corpus de literatura infantil
dentro de un contexto clásico que atraviesa nuestra infancia, por lo tanto, es
importante hacer un comentario para analizar la lectura que tuvimos cuando
pequeños y abocarnos en un escritor tan importante como lo es Andersen, autor
de cuentos inolvidables como El patito feo y La
sirenita.
Escritor y poeta,
nació el 2 de abril de 1805 en Odense, Dinamarca. Fue de familia pobre, su
madre era lavandera y su padre zapatero. Su madre sufría de un grave
alcoholismo por lo que Andersen le dedico dos de sus cuentos La pequeña
cerillera y No sirve de nada. Además de cuentos y poesía este autor
escribió obras de teatro y una novela como también a cantar ópera aunque no
tuvieron mayor relevancia.
Comenzó con
poesía donde prevalecía lo romántico y lo patriota. Se dedico a viajar por casi
todo el mundo y sus ideas para narrar se enfocaron en esos viajes. Fue un
escritor que pertenecía al romanticismo danés autodidacta y sus principales
influencias fueron, en un principio, de sus amigos Christoph Weyse y Frederik
Hoegh Guidberg.
Se dedicó a las
temáticas sociales que en cierta forma lo representaban a él. Según la crítica
muchas de sus obras hacen referencia a sus fracasos sentimentales, ya que no
tuvo mucha suerte con las mujeres y se sintió fuertemente atraído por los
hombres, lo que lo llevo a tener cierta femineidad y a una vida solitaria.
Murió el 4
de agosto de 1875 al sufrir una caída desde su propia cama en la casa llamada
Rolighed cerca de Copenhague donde está enterrado.
Sus personajes se
caracterizan principalmente porque son sometidos a su destino hasta que el
cielo en forma de hada madrina o de otro ser mágico acude en su ayuda.
Dentro de mil años fue escrito cuando en Europa se vivía una época de
cambio tanto político, social. Económico, artístico, cultural, etc. El siglo
XIX el pensamiento de Europa era inestable, se caracterizaba por el deseo
de ser libres; mientras que América se encontraba invadida de violencia y
represión por parte de la elite criolla en un periodo de Independencia. Por lo
tanto, son dos continentes abrumados por cambios drásticos y este viaje que se
relata en el cuento fue influenciado por este contexto.
Dentro de mil
años hace alusión a los viajes que se hicieron a
Europa en tiempos de colonia, cuando los jóvenes de familias acomodadas
viajaban para recibir conocimiento de las escuelas europeas, cuando la manera
de viajar era solo por mar, cuando se demoraban incluso meses en arribar en sus
orillas, pero que no por eso se dejaban de hacer. Hace una crítica a esos
tiempos donde solo algunas personas que tenían los recursos podían disfrutar de
este continente y los demás solo debían quedarse con la ilusión de que algún
día lograrían salir de América.
Nos habla de una
cultura entrelazada con otros pueblos, de diversidad de personas (negras o de
otras religiones) en un mismo lugar al referirse a los ríos Támesis, Rin y
Montblanc. Nos habla de la denuncia social, de cómo la clase alta no respetaba
el trabajo hecho por los artesanos y agricultores cuando nos habla del rico
harinero con su campo de mieses.
También se puede
ver el homenaje de los europeizados americanos que van en este viaje,
como alaban a Europa, llenos de ilusiones y sueños al exclamar: ¡Ah Europa! ¡Ah
Europa! Se puede observa en ellos un pensamiento más moderno de viaje, un
pensamiento de progresión al creer que todo pasa en veinticuatro horas.
Se nombran a
grandes personajes, grandes mentes nacidos en esta tierra, ya sea por los
hombres de letras, como los políticos y hombres de maquinarias. Shakespeare,
Moliére, Carlomagno, Colón, Cortés, etc.
Todo lo visto en
este viaje se pudo comprobar en solo ocho días gracias a el avance en las
aeronaves, y al terminar este cuento nos deja con esta frase: “Hay mucho que
ver en Europa”, frase que deja en descubierto la inmensidad y diversidad de su
cultura.
Al leer este
cuento no lo relaciono solo con un viaje físico más bien a un viaje metafórico,
un viaje que traspasa los pensamientos de ilusión y cambio de los americanos
por conocer una cultura distinta, rica en historia donde hombres de todas las
épocas influenciaron en su desarrollo. Pero ¿Era Europa un continente que
inspiraba ilusiones y alabanzas? A mi parecer y tomando en cuenta la situación
de Europa en ese entonces creo que más que una esperanza de mejor vida era una
tierra un tanto extremista porque como típicamente se dice: “o era blanco o
negro”, entonces ¿Por qué tanta alabanza hacia Europa? Tal vez el autor de este
cuento quiso darle otra visión más positiva, es decir, trato de modernizar un
poco la idea de este viaje sacando a relucir lo mejor de ella que es
personajes importantes y lugares esplendidos alojados ahí o simplemente porque
se basa en que América a la vista de los europeos siempre estuvo por debajo de
ella, porque de cierta forma se desarrollo primero que nosotros.
“Como visitar
Europa en ocho días” a mi parecer el autor trata darle un sentido más
cosmológico a este cuento al terminarlo con esta frase. El número ocho no es
una coincidencia, este inserto aquí por una razón, tiene una función implícita.
Símbolo del infinito y de la eternidad, el 8 es también una representación de
las energías terrestres y celestes que circulan sin cesar de arriba abajo, y de
abajo arriba, y se regeneran, es un número mágico, misterioso y al mismo
tiempo, inquietante. Del mismo modo, esto es lo que muestra y revela el número
8: una fuerza de vida y una fuerza de muerte casi simultáneas, que nada puede
contener ni parar. Es el doble de cuatro, la proyección o desdoblamiento de lo
físico y lo espiritual, la pureza y la resurrección. Son siete chacras del ser
humano en la religión Buda, el ocho es el elemento liberador. Es el santo ocho
que muestra la materia y la esencia en perfecto equilibrio.
Por Lissette Cubillos
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