El poema Ya viene de José de Diego nos muestra el
regreso de la desterrada, del oprimido, de las tórtolas, de las ideas, las
muchedumbres, las fieras, el regreso de eso que se fue, el regreso de eso que
necesitamos que vuelva; nos muestra el regreso del mar, de la música con su
armonía y melodía, y por cierto nos muestra el regreso de la libertad, la
libertad de pensamiento, obra, alma.
José
de Diego es un poeta puertorriqueño, luchador constante por la libertad (aún
negada) de su país; nació en Aguadilla el 16 de abril de 1867, provenía de una
familia acomodada lo que le permitió viajar a España para seguir sus estudios
secundarios; ahí comienza su afición por las letras, puesto que a los catorce
años enviaba sus primeros escritos a “La Semana Cómica de Madrid” siendo parte
del Comité Republicano Progresista. Comenzó a asistir a la Universidad de
Barcelona para cursar la carrera de Leyes, es en estos caminos donde funda el
periódico La Universidad, su vida iba muy bien aquí; sin embargo en el año 1885
publica unos escritos muy extremistas y revolucionarios para la época, esto
provocó que fuese encarcelado ya que los escritos atacaban las colonias que aún
mantenía España en algunos países como Puerto Rico y Cuba. Luego se trasladó a
su país y después de algunos intentos no pudo volver a España a terminar sus
estudios, por lo tanto se trasladó a La Habana y en 1891 obtiene su
licenciatura en Derecho; estar en este país acrecentó aun más sus sentimientos independentistas,
se arraigó a la literatura y conoció a José Martí, la obra de él influyó mucho
en el desarrollo literario de José de Diego. Fue formador de diversos partidos
en su país, incluso llegó a ocupar un escaño en la Cámara de Diputados. Luego
de muchos años militando en el partido Unión de Puerto Rico, decidió
desprenderse de él, ya que la colectividad no impulsaba con ahínco la idea de
independencia.
El
poema Ya viene, forma parte del libro
“Pomarrosas”, publicado en 1904. Es un soneto, es decir se conforma por cuatro
estrofas siendo las dos primeras cuartetos y las dos últimas tercetos; por lo
tanto se compone por catorce versos endecasílabos. En los sonetos clásicos se
presenta la historia de manera aristotélica, donde el primer cuarteto es la
introducción, el segundo cuarteto y el primer terceto es el desarrollo, y el
último terceto es la conclusión, este último es el más emotivo, ya que concluye
con una reflexión grave o con un sentimiento profundo. Así sucede en este poema
ya que en el primer cuarteto el autor nos introduce mostrando la vuelta de la
desterrada y de lo superfluo que puede ocasionar con su regreso; el segundo
cuarteto nos habla de lo profundamente emocional que ocurrirá en las personas
que la esperan, cómo lo visceral despertará en cada uno de los oprimidos; el
primer terceto sigue con los cambios provocados por la llegada de la
desterrada, pero se enfoca en los cambios esperados; ya en el último terceto,
el autor nos emociona, nos provoca con fuertes palabras y gritos oprimidos de
libertad.
En este poema podemos
ver que de Diego anuncia la venida de la “desterrada”, la cual se asocia a la
idea de independencia fuertemente, en un comienzo Puerto Rico luchaba por
alejarse de España como lo habían hecho la mayoría de los países en América y
de cierto modo lo lograron; sin embargo en el año 1898, producto de una guerra
entre España y Estados Unidos, Puerto Rico es cedida a este último país. Por lo
tanto es aquí donde la idea de la desterrada vuelve, este sentimiento de independencia
que vuelve a crecer como una armonía constantemente presente.
Desde
esta perspectiva, José de Diego comienza a escribir poesía con una carga
política muy fuerte, esta tiene una tensión inquebrantable, como decía Paulo
Freire: “No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción
y reflexión”[1]. Por
lo tanto se entiende que ser escritor o artista en general tiene una
responsabilidad política muy grande, pero no política panfletaria, más bien esa
responsabilidad de informar, fomentar la criticidad en las personas y
contribuir con la independencia (como en este caso). Esta tensión la comenta
Julio Ramos en “Desencuentros de la modernidad en América Latina”, aquí nos
dice que “es notable la tensión entre las exigencias de la vida pública y las
pulsiones de la literatura” “No pretenderemos disolver la tensión, ni
aceptaremos de antemano los reclamos de síntesis que proponen muchos
escritores; veremos, más bien, cómo esa contradicción intensifica y produce
textos”[2]. El escritor no puede rehuir a esa
responsabilidad política que tiene, sobre todo cuando el mundo está tan
desinformado y tan alienado en problemáticas superfluas; esto lo entiende
perfectamente José de Diego y lo demuestra en cada uno de sus poemas.
Ángel
Rama nos muestra la dicotomía que existe entre la configuración del poeta que
nos presenta Rubén Darío y la que presenta Andrés Bello, siendo ambas ciertas y
a nuestro entender complementarias como en el caso de José de Diego; Rama dice
“el poeta civil de Bello […] el artista cumple simultáneamente funciones de
político, de ideólogo, de moralista y de educador, y la propia (configuración)
de Darío, se cumple en el campo estricto: la instauración de una poética”.[3]
Por lo tanto, vemos en José de Diego y precisamente en su poema Ya Viene, una mixtura entre ambas
configuraciones, porque a pesar de que él elabore un soneto (propio del siglo XIV)
este tiene características diversas a los sonetos petrarquistas, ya que el
terceto final no es el más emotivo, ni el único que contiene una reflexión
grave o con un sentimiento profundo desatados por los versos anteriores; estas
características se ven en todas las estrofas, ya que cada una de ellas está
provista de emocionalidad. Por otra parte, José de Diego también se configura
como el poeta que propone Andrés Bello, ya que su labor política, su función
ideológica y formadora de nuevos partidos en su país y por supuesto, la labor independentista
que siempre movió sus acciones; todo esto se refleja fielmente en sus
creaciones, más aun en este poema.
Al
leer en este poema, los versos: “Las muchedumbres fieras se revelan,/
despiertan a su voz los oprimidos”[4], podemos realizar la analogía con “Facundo
o civilización y barbarie en las pampas argentinas” de Domingo Faustino
Sarmiento[5];
ya que las muchedumbres fieras son las barbaries que están insertas en
Latinoamérica, aún luego de independizarse de España; y los opresores del poema
Ya vienen forman parte de la
civilización proveniente de Estados Unidos.
José de Diego ya
auguraba la problemática que hasta nuestros días tendría su país, puesto que
siendo el siglo XXI, aún son una colonia de un país imperialista, como lo es
Estados Unidos. Por lo tanto, podemos inferir que lo que viene para José de
Diego, es la invasión del país del norte, ya que lo dice en la tercera estrofa “la
aurora de otro Siglo nos avisa”[6]
avisa la desesperación de su pueblo, que están totalmente despatriados, que son
unos parias; ya que son esclavos políticamente de Estados Unidos, sin embargo
no tienen los mismos derechos que un yankee normal.
Por todo lo anterior, podemos decir que José de Diego intenta
innovar y construir un lenguaje nuevo, al incorporar temáticas sociales en
sonetos adecuados a sus intereses y al incorporar valores fundamentales en los
procesos independentistas en sus poemas; esto a modo de desarrollar el pensamiento
crítico de sus estudiantes. El poeta que configura José de Diego es subjetivo
inherentemente, ya que no desarrollará la palabra fuera de sus valores o
principios; y esto es algo que comienza a realizarse paulatinamente a finales
del siglo XIX. Ángel Rama dice que lo que va a determinar al nuevo poeta es “la
nueva concepción subjetivizante, la quiebra de los valores artísticos en el
nuevo mercado, la hostilidad de un medio que parecía decretar la cancelación
del instrumento poético”.[7]
El nuevo poeta es ese que desarrolla los cánones literarios y que a su vez
contiene un discurso desde el sistema literario; ese poeta que nos muestra la
estética y además nos muestra la historia desde a una perspectiva crítica.
[1] Paulo Freire. “Pedagogo de los oprimidos y transmisor de la
pedagogía de la esperanza”. Enrique Martínez-Salanova Sánchez. Disponible en http://www.uhu.es/cine.educacion/figuraspedagogia/0_paulo_freire.htm,
6 de julio, 2012.
[2] Julio Ramos, “Desencuentros de la modernidad en América Latina”,
Editorial Tierra Firme, México, 1989, pág.
15.
[3] Ángel Rama, “Rubén Darío y el modernismo”, Alfadil Ediciones,
Barcelona, 1985, pág. 7.
[4] Poema Ya viene, José de
Diego. Ciudad Seva. Disponible en: http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ha/dediego/yaviene.htm,
6 de julio, 2012.
[5] Versión digital de “Facundo, civilización y barbarie en las pampas
argentinas”, de Domingo Faustino Sarmiento. Disponible en: http://www.proyectosarmiento.com.ar/trabajos.pdf/facundo.pdf,
6 de julio, 2012.
[6] Poema Ya viene, José de Diego. Ciudad Seva. Disponible en: http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ha/dediego/yaviene.htm,
6 de julio, 2012.
[7] Ángel Rama, “Rubén Darío y el modernismo”, Alfadil Ediciones, Barcelona,
1985, pág. 13.
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