José Asunción Silva fue un poeta
colombiano. Nació en Bogotá, en 1865. Es considerado el iniciador del
modernismo hispanoamericano. Fue un niño prodigio. A los 2 años sabía leer,
escribir y pintar. Su prosa fue influenciada por Rafael Pombo, Jorge Isaac y,
muy especialmente, por el poema El Cuervo de el norteamericano Edgar
Allan Poe.
El poema seleccionado corresponde a la
colección “Obras Completas”, publicado en 1979, el cual fue construido con
testimonios de María Mercedes Carranza, Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis.
Pertenece a la sección de “Poemas atribuidos a Silva”, por lo cual el origen y
la fecha exacta de su creación siguen siendo materia de estudio.
Ni crear a la rosa ni hacerla florecer.
Para qué quieres versos…? De José Asunción Silva, es un poema
corto, fiel reflejo del modernismo vivido en Hispanoamérica. Por un lado, es
fiel reflejo de la prosa creada hasta entonces; pero por otro, no le canta a lo
bello y lo sublime, no hace florecer a la rosa, no crea la rosa, no se refiere
a la belleza de la belleza.
Es un poema con melodía: versos impares
que poseen la misma combinación de sílabas tónicas y versos pares que también
poseen ritmo a causa de otra combinación de sílabas tónicas. Es decir, José
Asunción Silva, como la gran mayoría de los escritores del siglo XIX, se rige
por el modelo de los poetas europeos. Sin embargo, busca hacer una renovación
del estilo al crear un “anticanto” a la poesía. Ya desde el título vemos la
posición tajante en contra de la tradición. Es, más bien, una “traición a la
tradición”, pues se niega a elogia a la causa o musa de su obra y dice que en
ella misma encontrará “raudales de poesía”. Desprestigia su propio talento
escribiendo “vayan mis pobres versos”, “mis estrofas oscuras que nada dicen”.
José Asunción Silva nos da a entender que ya está todo escrito, que ya no es
necesario seguir elogiando a la mujer ni a la rosa ni al cisne ni a nada de que
fue o haya sido causa de canto alguno. Ya la musa no necesita reconocimientos.
Con todos los versos creados y escritos para ella, ha llegado el momento en que
la fuente de inspiración, la musa de la poesía, se convierta en la poesía
misma. El canto y el amor han sido tanto que ahora ella es su propio canto. La
rosa ya fue creada, la rosa ya ha florecido, la rosa ya se marchitó y ahora es
la rosa la esencia misma de la rosa. No hay nada más que hacer.
Para qué quieres versos…? es tan modernista como no lo es. Se
aproxima a la prosa española, pero desde ahí destruye toda creación sublime y/o
divina “mejor que los cantos de vagos temas/ una boca rosada que sonría”; mejor
que cualquier poesía es la propia causa de la poesía.
José Asunción Silva no nos presenta una
temática exactamente clara, es un tanto ambigua. El poeta va más allá de lo
obvio y de lo lógico. Dice preferir un cuento antes que una elegía, pues ya
existen diluvios de poesía.
Camila Torres.
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